Escrito por Gissel Velarde, Octubre 15, de 2020
En Octubre de 2020, recibí con emoción y agradecimiento el reconocimiento de "Mujer notable" en el campo de la inteligencia artificial y la música. La primera vez que participé de la conferencia de la Sociedad Internacional de la recuperación de información musical (ISMIR) fue en Utrecht 2010. Por entonces yo trabajaba en Miebach GmbH. una empresa industrial alemana en Dortmund que no tenía nada que ver con la música. En mi trabajo, yo analizaba los parámetros de máquinas soldadoras del tamaño de un departamento de dos pisos. Para asistir a la conferencia pedí unos días de vacaciones y me fuí en tren hasta Ultrecht. Mi formación musical en el Conservatorio Nacional de Música de La Paz y mi formación ingenieril, me permitían entender a esa comunidad científica tan apasionada.
Mi primera experiencia fue muy especial. Todavía me acuerdo la sensación que me provocaron las luces del escenario, el auditorio lleno y los investigadores presentando sus trabajos. Han pasado diez años, pero me acuerdo de algunas de las presentaciones de esa conferencia como si fuera ayer. Yo tenía un poster en el que presentaba algunas ideas sobre la indentificación de patrones en melodías mendiante ondaletas. Conocí entonces a investigadores con los que hasta el día de hoy tengo una profunda amista de conferenciantes. Nuestras charlas codificadas de música e inteligencia artificial son tan amenas, que podemos hablar de eso desde que empiezan las conferencias hasta que nos movemos a un restaurant para cenar y luego a tomar unas copas y seguir hablando de música e inteligencia artificial.
Este año, la conferencia se llevó a cabo por primera vez en un formato digital. Los organizadores de Women in Music Information Retreival (WiMIR) me anunciaron que me nombraron "Mujer Notable". En la reunión virtual participaron más de treinta personas. Algunos tenían la cámara apagada, así que no pude ver a todos los participantes. Me presenté y propuse dos temas de discusión. Me imaginaba que entre esa multitud, además de investigadores veteranos, podían estar jóvenes como yo hace años, en su primera experiencia en la conferencia ISMIR. No sé si para esos primerisos en ISMIR, la versión virtual les quede tan vibrante como a mí me ocurrió cuando asistí a Utrecht. Seguramente será una experiencia distinta.
Yo recuerdo las calles de Utrecht y la bella recepción que tuvimos los participantes. Escuchamos un concierto de carrillón, y para el cierre visitamos al museo "Speelklok". Recuerdo un cuarto enorme con toda clase de órganos musicales presentados por una jóven muy amena. Luego la cena de despedida. Me imaginé lo cansador que habrá sido para Frans Wiering, ser el responsable general de esa organización fabulosa. Pero también me imaginé toda la incertidumbre que habrían sentido los representantes de la conferencia de 2020 Audrey Laplante e Ichiro Fujinaga y el ajetreo previo al realizar por primera vez una conferencia virtual. Y quizás los arreglos que tendrían que mantener durante una conferencia a varias zonas de tiempo.
En la conferencia de Utrecht, yo estaba embarazada de unos tres meses y aunque a momentos me moría de sueño durante la conferencia, sacaba toda la fuerza que tenía para continuar con el programa maratónico que teníamos por delante cada día. En verdad me sentía como un pez en el agua.
Desde la conferencia en Utrecht, pasó una decada. Asistí a la conferencia de ISMIR en Utrecht gracias al consejo de Tillman Weyde, quién se conviertió en mi segundo tutor de tesis doctoral. En Utrecht, conocí a David Meredith quien pasó a ser mi primer tutor doctoral. David Meredith y Tillman Weyde, serían mis "Angel investors", pues apostaron en mí como alumna de doctorado. No puedo más que reconocer cuán afortunada fui al ser discípula de ambos. Ambos con su propio caracter, pero ambos investigadores de excelencia académica.
No sé si los próximos años seguiremos una vida virtual. De todas formas, aunque el sabor de una conferencia virtual es distinta a una conferencia física, una conferencia virtual se convierte más accesible a personas de países remotos y les permite participar de una celebración científica de forma virtual.
En un post anterior, mencioné - ¿Cuáles son los mejores cursos para aprender Inteligencia Artificial? en línea, estos contempla el aprendizaje de máquina y el aprendizaje profundo.
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